José Jiménez Aranda

José Jiménez Aranda, (Sevilla 1837-1903), Pintor e ilustrador sevillano que aprende el oficio con Manuel Cabral Bejarano, Manuel Barrón y Eduardo Cano.
En 1851 entra en la Real Academía de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría.
Viaja a Madrid, Jerez de la Frontera y finalmente Roma en el año 1871 donde entabla amistad con Fortuny que lo va a influenciar en su obra. En 1881 se instala en París donde fue bien acogido por el público, allí pinta cuadros ambientados en el siglo XVIII.
En 1890 vuelve a Madrid donde sólo estaría dos años, ya que al morir su hija vuelve a su ciudad natal Sevilla que ya no abandonaría. 
En Sevilla se convierte en miembro de la Academia de Bellas Artes y posteriormente profesor de su escuela.
De esa etapa destacamos sus discípulos Daniel Vázquez Díaz, Ricardo López Cabrera, Manuel González Santos...
Su arte fue objeto de elogio para el público y otros artistas contemporáneos, asi Sorolla lo denominó"gran maestro en pintura". 
En esa época final va a ser un asiduo de la Escuela de Alcalá uno de los círculos más activos en la Sevilla de la época.
Durante su vida obtuvo gran número de galardones:
- Menciones honoríficas en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes.
- Dos terceras medallas en 1871 y 1878
- Primera Medalla en 1890
- Medalla de honor en la Exposición Internacional de Munich en 1883
- Comendador de la Orden de Isabel la Católica
Destacar los dibujos e ilustraciones que realizó para la edición centenaria del Quijote.
Su estilo posee una gran dibujo, mucho cromatismo, destacar sus maravillosos cuadros de casacones de gran influencia italiana y como su obra va evolucionando cada vez más a un naturalismo que se ve acentuado con el paso de los años. 
Uno de sus máximos estudiosos es el profesor Gerardo Pérez Calero que posee una interesante monografía de la editorial Arte Hispalense de la Diputación de Sevilla.
Detalles interesantes que siendo un pintor que estuvo en los principales lugares del Arte de su tiempo no se separó nunca de su tierra y sus enseñanzas sirvieron para crear una generación de artistas de primer nivel, lo que comentamos se ve reflejado en sus obras, "una procesión en el mes de María", donde se ve la iglesia del Salvador y unas niñas que acaban de tomar su Primera Comunión y la obra "Consumatum est" reflejo de un Cristo muerto como los que podemos ver en la Semana Santa de nuestra ciudad.

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