El ataque a la judería de 1391


Un 6 de junio de 1391 ocurrió uno de los hechos más luctuosos ocurridos en la ciudad de Sevilla. Un sacerdote radical antisemita y populista, arcediano de Écija, llamado Ferrán Martínez había desencadenado todo a raíz de unas prédicas radicales en contra de los judíos aprovechando la minoría de edad del rey y la vacante sede arzobispal de Sevilla.

Este sentimiento antisemita venía desde la entrada en el poder de los Trastámara que para conseguir la aceptación del pueblo habían acusado a Pedro I como afín a los judíos y habían acusado a esta población de todos los males que afectaban al reino.

Además había ocurrido un escándalo con el contador mayor de Enrique II, José Pichón, el cuál aunque se salvó de la pena de cárcel pagando, fue asesinado por otros judíos, lo que hizo que se retirara la potestad de las penas de sangre para la comunidad hebrea.
Además los judíos que se dedicaban a la usura y al comercio, vivían a un gran nivel de vida, lo cual se encontró con las envidias de la población que un siglo XIV que entre guerras y enfermedades hizo que la gente en su mayor parte malviviera.
Expulsado por su fanatismo de la ciudad de Sevilla ese mensaje de odio lo siguió difundiendo por el resto de las juderías importantes no sólo de Castilla sino del resto de los reinos de la península.

Ese 6 de junio una masa analfabeta cayó sobre la judería sevillana, según algunas crónicas hablan de 2500 familias, otros hablan de más de 4000 personas.
Este ataque aunque comenzó por Sevilla, que era la ciudad más importante del medievo en la península, pero continúo en Córdoba dos días después. El 18 de junio en Toledo. Pero no fue sólo en Castilla, en el Reino de Aragón también ocurrieron los mismos hechos con la única salvedad de la capital Zaragoza. Las ciudades de Valencia, Mallorca y Barcelona también sufrieron ese ataque de las masas a la población judía(en Barcelona los judíos eran el 15% de su población en esas fechas).También afecto a Navarra y a su principal ciudad Pamplona.

Posteriormente las ciudades fueron castigadas con fuertes impuestos por el daño causado, pero ya no tenía reparación, desde ese momento las comunidades judías se vuelven muy pequeñas y de los supervivientes, muchos se convierten por supervivencia y otros se exilian como la familia Abravanel, que fueron de Sevilla hasta Portugal.

Comentarios