100 años de la muerte de Joselito el Gallo

El mundo de la tauromaquia vivió su esplendor a principios del Siglo XX y uno de sus máximas figuras sino la más importante fue José Gómez Ortega, aunque ha pasado a la historia como" Joselito el Gallo".

Cien años después de su muerte el mundo de los Toros no tiene nada que ver con lo fue en aquél periodo. Los grandes nombres del toreo eran incluso más que las estrellas de fútbol actual, y con este pequeño artículo van a ver que no exageramos.

El pequeño José nació para ser torero, y no es una afirmación ventajista ni a la ligera, era un niño prodigio con que son 6 años ya era capaz de lidiar con reses, con esto queda corroborado lo que comentamos. Venía de una familia de grandes raices toreras, era nieto, hijo y hermano de toreros, con lo cual nadie podría decir que no lo llevaba en su sangre. Además su cuñado fue otro insigne matador Ignacio Sánchez Mejías.
Aunque nacido en Gelves, acudía desde muy pequeño a la escuela taurina situada en la Alameda de Hércules de Sevilla y ya era considerado un niño prodigio por su habilidad en este arte. Con 8 años ya toreó una becerra y con 12 estoqueó a un eral. Como pueden observar su vida iba totalmente acelerada, ya que en 1908, con la increíble edad de doce años, debuta con becerras con carácter profesional en Jerez de la Frontera. Y dos años más tarde ya toreaba 36 becerradas.

Pero el no quería ser novillero, quería ser torero por tal motivo el 13 de junio de 1912 en Madrid, en la plaza de la carretera de Aragón se negó a torrear los novillos y pidió matar a toros, lo cual fue del agrado del respetable y consiguió torearlos. 10 días después en Sevilla tuvo el mismo proceder para poder torear no con novillos si no con toros.

La alternativa la tomaría con 17 años en Sevilla de manos de su hermano Rafael Gómez el Gallo y se confirmo en octubre de ese mismo año de 1912 en Madrid.

De Joselito podemos decir muchísimas cosas, desde que fue el primer torero en superar cien corridas en una temporada. Hasta que durante su vida se vivió la llamada Edad Dorada del Toreo sobre todo representada en la gran rivalidad que tenía con Juan Belmonte que fue lo que hizo que las dos grandes figuras rindieran a nivel extraordinario. De hecho un año que Belmonte se fue a América, Joselito hizo el peor año de su historia al no tener rivalidad.


Tal era la devoción que le rendían sus seguidores que llegaron a construir en Sevilla una plaza en el barrio de Nervión, la Monumental que tenía mucho más aforo que la Maestranza y que cuando murió el maestro prácticamente se terminó su vida.

Un 16 de mayo de 1920 Joselito estaba anunciado para torear en Madrid pero el quería torear en Talavera de la Reina junto con su cuñado Ignacio Sánchez Mejías y presionó hasta el último momento para ser incluido en el cartel.
El quinto toro de la tarde se llamaba bailador, había matado a todos los caballos que se había enfrentado, era pequeño,cornicorto y sólo veía de viejo(nada para él que estaba incluso acostumbrado a matar a los mihuras), tras refugiarse en las tablas Joselito fue a sacarlo y le cogió el muslo derecho y en el aire le corneó el bajo vientre y lo mató.

No lo hemos comentado pero la gran devoción de Joselito era la Macarena, a la cual regaló las famosas mariquillas que luce en su pechera y que le había comprado en París, gran benefactor de la Hermandad, había pensado incluso comprarle unos varales de oro, pero no vivió para cumplir su sueño. El día que murió joselito la Macarena se vistió por primera vez de negro.

El día de su entierro la ciudad de Sevilla se echó a la calle a darle su último homenaje. Destacamos la carta que le envió Guerrita a su hermano Rafael Gómez el Gallo".....te envío mi más sincero pésame¡Se acabaron los Toros!", el ídolo de aquellos años se había ido. Desde la Alameda el cortejo fúnebre fue a la iglesia de Sal Gil donde residía en esos años la Macarena y de allí al cementerio de San Fernando, donde fue enterrado en un increíble mausoleo realizado por el valenciano Mariano Belliure, seguramente el mejor monumento funerario existente en España en la época contemporánea, donde un grupo de personas llevan su cuerpo inerte y delante como no podía ser menos aparecía una escultura de su gran devoción: La Macarena.








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